La rapidez de los concejales macristas Gustavo Mangoni y Evangelina Cabral para posicionarse en los medios marcó nuevas distancias entre los integrantes de Juntos por el Cambio • En Mercedes la interna de la oposición se agiganta y provoca furia.
La rapidez de los concejales macristas Gustavo Mangoni y Evangelina Cabral para posicionarse en los medios marcó nuevas distancias entre los integrantes de Juntos por el Cambio, y como sucede a nivel nacional y provincial, en Mercedes la interna de la oposición se agiganta y provoca furia: por un lado se ubican los que, aun con diferencias, acompañan las medidas ante la gravedad de la pandemia y la potencia de la segunda ola; por el otro, los que no reparan en las víctimas del coronavirus ni en el sacrificio de la comunidad médica o las fuerzas de seguridad y quieren sacar provecho a cualquier precio.
Las divergencias no se terminan ahí. Para dar un ejemplo reciente en nuestra ciudad, la campaña “Sumate”, lanzada por el PRO en plena pandemia, chocó de frente con la sensibilidad de concejales como el “Inglés” Edgard Killmeate, que representan a otros sectores de la coalición opositora e interpretan que no es tiempo de hacer proselitismo ni de especular electoralmente.
Un poco más atrás se encuentra otro caso saliente: el enfrentamiento con la representante del Partido FE Sabrina Viñales, quien luego de su salida de la alianza opositora recibió toda clase de amenazas y maltratos.
“Mi partido fue traicionado por las conducciones locales del PRO y la UCR, que se manejaban en forma autoritaria”, denunció en su momento Viñales. “Y desde que me fui del bloque vengo recibiendo violencia política y de género por parte de miembros del espacio Juntos por el Cambio”.
En las elecciones de este año está la clave; y si en estos últimos días se aceleró la descomposición en JxC fue sobre todo por el lanzamiento unipersonal de Mangoni, que anunció su deseo de renovar la banca en el Honorable Concejo Deliberante. No fue solamente su falta de oportunismo, anunciar su ambición eleccionaria en el peor momento de la pandemia y con récord de casos, sino también su individualismo. “Se cortó solo”, lo acusan.
Lo de Mangoni, más que precipitado, es el símbolo de lo que sucede puertas para adentro: son muchos para pocos puestos y, para peor, con posiciones totalmente contrapuestas. Del mismo modo que la concejala Marilina Bustelo puede votar a contramano de su bloque, como lo ha hecho; los representantes de la Unión Cívica Radical suelen objetar la línea política del macrismo.
La jefatura de la coalición opositora en Mercedes, a esta altura, se la disputan Ezequiel Bisso, hombre fuerte del PRO en el distrito, y Juan Navarro, presidente del radicalismo. Navarro corre con desventaja: en la interna reciente de la UCR bonaerense cambió su voto a último momento para acompañar a Gustavo Posse, que perdió con Maximiliano Abad. Lo cuestionan desde la estructura provincial, por su voltereta o su deslealtad; y lo cuestionan desde adentro por su poco olfato para jugar “a ganador”. Entre ellos también trata de levantar la cabeza Martín Bossi, hombre de la Coalición Cívica.
En función de lo que ocurra en esa interna se irá resolviendo la lista: Julia de Paola, candidata a intendente en las elecciones 2019, parece ir perdiendo apoyo. Le cuestionan su alejamiento y poco contacto con la gente. En el camino inverso gana consenso la figura de Lía Dulevich. Mientras tanto, Mangoni y Cabral corren para las fotos, como lo hicieron en Goldney.
Por ahí viene también la furia interna: hace algunas pocas semanas, tres concejales de JxC visitaron el CAPS de Olivera, partido de Luján, creyendo que se trataba del CAPS de Goldney. Recorrieron las instalaciones e hicieron preguntar al personal antes de que una trabajadora los sacara de su error.
“Al menos ahora saben dónde queda Goldney”, fue el chiste que corrió entre la gente cuando Mangoni y Cabral se fueron después de sacarse las fotos.
